ISOC-ES EMPIEZA MAL
 

Mercè Molist
"No voy a seguir si unos me insultan, otros me zancadillean y quienes piensan que tengo razón se callan". Así se despedía Antonio Caravantes de la comisión gestora del capítulo español de la Internet Society, ISOC-ES. El conocido cibernauta aseguraba, en su escrito de dimisión: "Lo más preocupante es que la Junta parece incapaz de explicar a todos lo que está haciendo, o por qué estamos teniendo tantos problemas". Casi el mismo día, ISOC internacional daba luz verde al nuevo capítulo.

El proceso de constitución de ISOC-ES ha levantado ampollas en los capítulos ya existentes en el estado: ISOC-GAL (Galicia), ISOCANDA (Andalucía), ISOCARA (Aragón) e ISOC-CAT (Catalunya), artífices a su vez del capítulo español. Algunos de sus socios se dedicaban la semana pasada a pelearse en la nueva lista 'Miembros', de ISOC-ES, a la que habían sido suscritos sin permiso: críticas al proceso, hecho "en secreto" y bajo "circunstancias chapuceras", cartas falsificadas, acusaciones de que "todo se está cociendo entre amiguetes", una vocal de la junta gestora 'amonestada'; otro, dimitido. A estas alturas, parece casi imposible encontrar a dos personas que piensen mínimamente igual sobre cómo debería funcionar ISOC-ES.

"Está todo el mundo escandalizado", asegura Manuel Sanromà, presidente de ISOC-CAT y miembro del Board of Trustees de ISOC. Según Sanromá, "se debería haber montado un nuevo capítulo más, con buenas relaciones con los otros y ya está, sin implicar ni molestar al resto, pero van y se ponen a hacer política digital". El problema de fondo es la configuración de ISOC-ES y su relación con los otros capítulos ibéricos: ¿Seguirá un modelo federalista, centralista, internáutico? Los estatutos, ahora provisionales, son el campo de batalla.

Así los ánimos, Juan Carlos M. Coll, presidente de ISOCANDA y uno de los líderes del proceso constituyente, compara la disputa a "esas guerras de religión que aparecen cada tres meses, aproximadamente. Es política, la gente seguirá discutiendo con fuerza y hay posturas extremas, pero esto tiene que continuar, podemos llegar a un consenso flexible", en contra de la opinión de Sanromá de "volver a empezar desde cero o reconducir el proceso". Según Coll, "en ISOC-ES debe haber representación de los capítulos ya constituidos y que nadie imponga ni usurpe nada, pero ésta es sólo mi opinión, no todos la comparten".

Contra viento y marea, ISOC reconocía oficialmente, el pasado 7 de diciembre, al nuevo capítulo. Se completa así una aventura iniciada años ha, cuando alguien tan poco querido por la gente de ISOC-ES como Javier Solá, entonces presidente de la Asociación de Usuarios de Internet, propuso por primera vez la creación de un capítulo español e ISOC lo denegó.
 

Estatutos de ISOC-ES. http://www.isoc-es.org/estatutos_de_isoc-es.htm
 

JUEGOS DE SOCIEDAD

El actual ISOC-ES nació en una reunión en Santiago de Compostela, en junio, con la asistencia del diplomático José Luis Pardos y Manuel Sanromá, las dos cabezas más visibles del grupo. Allí, se encargó a ISOC-GAL la redacción de los estatutos y a ISOCANDA, la preparación del congreso constituyente, que se celebró el pasado 31 de octubre, en Torremolinos. Al no haber acuerdo en los estatutos, de aquí salía una comisión gestora encargada, entre otros, de rehacerlos. El 5 de noviembre, el Secretario General de Comunicaciones, José Manuel Villar, recibía a una representación del futuro capítulo y les ofrecía "todo su apoyo", según la nota de prensa.
La semana pasada y coincidiendo con el enrarecimiento visible, ISOC daba oficialmente el visto bueno al capítulo español. Según el calendario de la gestora, el próximo paso será la aprobación definitiva de los estatutos y la elección de una junta directiva. Para marzo del 2000 se espera celebrar la primera asamblea ordinaria y, a partir de aquí, actuar como "lobby" y consejero en temas políticos y sociales de la Internet española.