16:01 28/05/01
 

CONTRA EL SISTEMA, POR LA RED
 

Mercè Molist
Hay otras formas de pensar y están cada vez más presentes en la red. Movimientos de 'okupación', antimilitaristas, antiglobalización... la usan, esencialmente, como vehículo de difusión de sus ideas, aunque empiezan a dar sus frutos experimentos que van más allá, buscando fundir Internet y la lucha.
 

La Oficina 2004 es, como ellos afirman, "un grupo autónomo de elaboración teórica e intervención en lo social: publicación de textos, okupación, colaboración con diferentes movidas". Nacieron en 1998, a raíz de la 'okupación' del antiguo Instituto Municipal de Hacienda de Barcelona. Lo cuentan en su web, donde publican los artículos que va generando el grupo, charlas y debates, revistas, etc.

Igual que ellos, centros sociales, casas okupadas, radios alternativas, colectivos y medios de contrainformación se han pasado a la red para informar de su programación, noticias, actividades, comunicados, pensamientos, desalojos y reivindicaciones. Ramón Pinto, de Oficina 2004, lo ve así: "Internet configura, con su cableado mundial, un cerebro planetario al que poner a producir las veinticuatro horas del día, a una escala jamás vista. La cuestión es si es posible hacer un uso distinto de esta red. Que, al menos en parte, esta Inteligencia Colectiva no sea expropiada por el Capital".

Pinto es de los que apuestan fuerte por la tecnología, en un entorno donde se discute aún hasta qué punto unirse a ella. Miquel Vidal, uno de los artífices de SinDominio, el proveedor donde se alojan la mayoría de estos grupos, asegura: "La precariedad de medios y la amenaza permanente de desalojo siempre dificultó introducir infraestructura informática en los centros sociales, pero no fue menos obstáculo el escepticismo generalizado acerca de la tecnología, que el movimiento de okupación y el espacio autónomo -en el Estado español, no así en otras partes- arrastraba desde sus inicios".

Esta desconfianza inicial ha sido, según Raúl Sánchez, del colectivo TrabajoZero de Madrid, "una herencia negativa del pesimismo de una cierta izquierda, ante la capacidad de apropiación tecnológica del capitalismo. La llegada de Internet es vivida por la mayoría de centros y casas okupadas bien como una amenaza, bien como un mero instrumento que no modifica los paradigmas de la comunicación alternativa, es decir, que no permite hacer nada distinto de lo que se conoce como "contrainformación"".

A pesar de las quejas de los aventajados, el camino seguido por estos colectivos ha sido importante, desde la web donde se informaba del desalojo del Cine Princesa de Barcelona, en 1998, hasta la reciente Campanya BCN2001, contra la visita del Banco Mundial, que ha usado webs y listas de distribución. Destacan también servicios añejos, como el Archivo Situacionista Hispano, que empezó en Geocities, como otras páginas del movimiento. Muchas se hospedarían en Pangea, Nodo50 y Eusnet, los nodos españoles de la Association for Progressive Communications (APC), que dan acceso a foros internacionales sobre educación, ecología, paz, cooperación o derechos humanos.

Pangea, Nodo50 y Eusnet son ONGs que ofrecen servicios Internet a otras asociaciones sin ánimo de lucro, además de montar y dar soporte informático a campañas solidarias. A su vera se arrimaron los más tecnoavanzados del movimiento antagonista: crearon webs, listas y dieron salida a sus noticias. InfoUsurpa fue uno de los primeros fanzines que se distribuía por correo electrónico. En su veterana web, además de buenos enlaces, hay una completa agenda de actividades en centros sociales. También la agencia UPA vio las posibilidades del invento y creó, junto a otros medios alternativos, la Red Contrainfos, madre, junto a SinDominio, de la Agencia en Construcción Permanente (ACP), una página donde cualquier colectivo puede publicar su información.

En 1998, algunos habían aprendido más que a hacer webs y querían tocar las entrañas del monstruo. En unas jornadas de la pionera Área Telemática del Laboratorio, en Madrid, se discutió la creación de un servidor como "instrumento de intervención y creación en la red, de tal modo que, al final, no es usarla sinó transformarla", describe Pinto. La mayoría de grupos autónomos conectados se vincularon a la idea de "un espacio libre donde no hubiese empresarios ni clientes, donde las posibilidades no estuviesen limitadas a lo que pagas", como se afirma en las Preguntas Frecuentes (FAQ). Y le dieron el descriptivo nombre de SinDominio.

En octubre de 1999, se ponía en marcha el servidor, llamado Fanelli en honor del anarquista que difundió la Primera Internacional en la península Ibérica. SinDominio nacía como un proveedor especial, gestionado de forma transparente y comprometido con el 'software' libre. En su declaración de principios, "potenciar el ciberespacio como un espacio más de lucha, fomentar y extender el uso de aparatos informáticos y 'socializar' el conocimiento sobre los mismos".

La migración de los colectivos autónomos hacia SinDominio fue sistemática. La aparición del nuevo servidor provocó un conflicto entre algunos de sus promotores y Nodo50, que explica Miquel Vidal: "Nodo50 y Pangea están dirigidas a organizaciones de izquierda institucional, representan modelos de la vieja política. Pero la diferencia más grande es de concepción política de la tecnología. Para ellos es una herramienta de decir lo mismo, para nosotros es un espacio donde construir un mundo nuevo de relaciones, de formas de hacer política y de cooperación. Me siento mucho más próximo al movimiento del 'software' libre que a algunas formulaciones tecnófobas (tipo Unabomber) de la llamada antiglobalización".

La apuesta de SinDominio se centró en una política de administración colectiva y descentralizada, trasladando a la red la horizontalidad del movimiento asambleario, convirtiendo una lista de correo en 'asamblea virtual' donde discuten administradores y usuarios. Como afirman Joseba Torre y Miquel Vidal, en el artículo "SinDominio: Un modelo de administración diferente", la intención era "no sólo dar servicios sino capacitar técnicamente a los participantes, de modo que vayan adquiriendo responsabilidades en el ámbito de la administración".

Más de cien colectivos tienen su web, su lista o su cuenta de correo electrónico en SinDominio. Entre los servicios a los internautas, destacan el archivo de textos BiblioWeb, el Grupo de Usuarios GNU de SinDominio y las listas de distribución, la cara más viva del proyecto, según Miquel Vidal: "Hay muchas, técnicas, de "software" libre, de proyectos concretos, de coordinación de gente, de desarrollo, de información, incluso de 'offtopics'. Sin duda son la parte más potente de SinDominio".

A través del correo se está también en contacto con organizaciones similares como la italiana Isole Nella Rete, la canadiense The Anarchy Organization (TAO) o la francesa Samizdat. Asimismo, los diferentes grupos mantienen relaciones electrónicas con movimientos de Francia, Italia, Bélgica, México, Perú o Argentina. La cooperación se extiende a los colectivos de la red, especialmente al mundo de los programas libres: "Tenemos hackers de Debian, de Computer Professionals for Social Responsability, de Free Software Foundation-es, de LaEspiral, de Hispalinux...", enumera Vidal.

Dos años después, el experimento funciona, aunque ha tenido sus problemas de ajuste: "No queríamos reproducir un esquema de administradores y usuarios separados y hicimos obligatorio para todo el mundo estar en la asamblea-lista, que no consiguió los efectos de participación esperados. Ahora ya no les obligamos". Tampoco han fructificado las iniciativas de trabajo cooperativo, a pesar de excepciones como el Hackmeeting, celebrado en octubre del 2000, que congregó unas 300 personas en Barcelona.

Para Miquel Vidal, el Hackmeeting ayudó a "encontrar espacios comunes de cooperación entre gente militante de los movimientos sociales emergentes, ligados a los centros sociales, y gente militante del mundo telemático, ligados al 'hacktivismo', a los ciberderechos, al "software" libre...". Para Raul Sánchez, "gracias a SinDominio o a eventos como el Hackmeeting, los centros sociales se ven constantemente solicitados a no asumir una relación de dependencia con respecto a Internet y los programas que usan. Los frutos están todavía por verse, aunque no quepa esperar grandes cosechas a corto plazo".

Entre los primeros frutos del Hackmeeting está el HackLab de Barcelona, una lista de correo y un espacio con ordenadores, que reunen a "gente que viene del rollo autónomo-libertario y gente que viene de la cultura del "software" libre, dispuesta a enseñar y aprender GNU/Linux, redes, seguridad", o participar en "proyectos orientados a la defensa de la libertad, contrainformación, etc", según el grupo, que comparte "un ideal común, el del hacking, entendido no como un delito sinó como la cultura de la información libre".

En el Hackmeeting se gestó también el primer Independent Media Centre de la península, Indymedia Barcelona, que debía estrenarse con las jornadas contra la cumbre del Banco Mundial, finalmente anulada. El fenómeno Indymedia nació en 1999, durante las protestas contra la Organización Mundial de Comercio, en Seattle. Su misión es actuar como moderna agencia de contrainformación (texto, fotos, vídeo y audio), usando la red. Hoy son más de 30, en Norteamérica y Europa.

Indymedia Barcelona, que mantiene su web como punto de información alternativa, está formada por una docena de personas, no vinculadas a los colectivos veteranos de contrainformación que, según Mar Centenera, "no dieron la respuesta que se esperaba, hay un recelo porque Indymedia sale de Seattle, pero no debería ser así". Mientras, otros discuten la creación de un Indymedia Madrid, iniciativa que, según Raúl Sánchez, de TrabajoZero, reune a gente "consciente del enorme potencial de reapropiación de la comunicación, de la construcción colectiva de la 'segunda realidad' en la infosfera y de la capacidad de acción política antagonista global que permiten los Indymedia a los movimientos".

La lucha sigue, concluye Vidal: "Aún es tarea difícil realizar, desde dentro, una reflexión sensata acerca de las posibilidades y las alternativas tecnológicas, al margen de la razón instrumental o de las constricciones del mercado y del poder. El Área Telemática del Laboratorio -en peligro de desalojo- ha sido un intento y se atisban otros, en los que la técnica no aparece como Leviatán que nos deshumaniza, sinó como rasgo específicamente humano, como un ámbito donde tienen lugar nuestras existencias, como una relación de posibilidades sobre cuyo curso se puede y se debe intervenir".
 

Oficina 2004
http://www.sindominio.net/ofic2004/
Área Telemática del Laboratorio
http://www.sindominio.net/laboratorio/
SinDominio
http://www.sindominio.net
"SinDominio: Un modelo de administración diferente"
http://www.sindominio.net/biblioweb/telematica/ponencia2000/index.html
Archivo Situacionista Hispano
 http://www.sindominio.net/ash/
InfoUsurpa
http://www.sindominio.net/usurpa/
ContraInfos
http://www.sindominio.net/zitzania/
UPA-Molotov
http://www.sindominio.net/upa-molotov/
Indymedia Barcelona
http://barcelona.indymedia.org/
Pangea
http://www.pangea.org
Nodo50
http://www.nodo50.org
IPANEX
http://www.ipanex.apc.org
APC
http://www.apc.org
Isole nella Rete
http://www.ecn.org
TAO
http://www.tao.ca
Samizdat
http://www.samizdat.net
 
 

INFORME POLICIAL
 

Las fuerzas de la autoridad se han percatado ya de las posibilidades de los modernos centros de contrainformación. En el último número de su publicación "Perspectives", el Servicio Secreto de Inteligencia Canadiense presenta un estudio sobre el fenómeno de la antiglobalización, donde denuncia que sus protagonistas, además de usar Internet y programas de cifrado, "han adoptado técnicas mediáticas desarrolladas y refinadas por los activistas medioambientales". Como ejemplo, se cita el Indymedia de Boston, que durante la conferencia de biotecnología BIO 2000 posteó fotos de las protestas, historias y audio en su web.

Según el informe, "las manifestaciones de hoy resucitan el tema anarquista de la 'acción directa', empleando nuevas tácticas que son el resultado del impacto de la tecnología. Internet ha dado nueva vida a la filosofía anarquista, permitiendo la comunicación y la coordinación, sin necesidad de una fuente central de comando, y facilitando acciones coordinadas con la mínima burocracia. Ha permitido montar rápidamente manifestaciones y protestas, mundialmente si era necesario. Individuales y grupos pueden intercambiar experiencias, crear logísticas e iniciar una miríada de otros actos que habrían sido imposibles de hacer en el pasado".
 

"Anti-globalization - A spreading phenomenon"
http://www.csis.gc.ca/eng/miscdocs/200008_e.html
 
 

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