15:37 04/12/02
 

CONDENADO A TRES AÑOS DE PRISIÓN POR COPIAR LA BASE DE DATOS DE SU EMPRESA
 

Mercè Molist
El juzgado de lo penal número 2 de Reus ha dictado tres años de cárcel para el joven J.H.R., en una sentencia que marca un precedente en delitos de revelación de secretos informáticos empresariales, hasta ahora nunca condenados bajo el nuevo Código Penal. El juez considera probado que el joven, de 26 años, copió programas e información confidencial de la base de datos de la firma en la que trabajaba, Seric Informàtica, que tenía entre sus clientes a un conocido local 'porno' de Barcelona. J.H.R. califica la sentencia de "injusta" y al juez de desconocedor de la informática, al llamar al código fuente abierto, "código secreto".

La sentencia afirma que J.H.R., administrador de sistemas de Seric Informàtica en 1999, "en contra de las instrucciones expresas de sus superiores y aprovechando la información confidencial que obtenía gracias a su puesto de trabajo, accedió a diversos códigos fuente creados por la empresa y a una base de datos con información sobre cuentas de acceso a Internet y correo electrónico de numerosos clientes, copiándolos e instalándolos en el ordenador de su domicilio". Lo condena por ello a tres años de cárcel y 18 meses de multa, por descubrimiento de secretos de empresa y abuso de confianza.

Según el director de Seric, Josep Garcia, en declaraciones a "Diari de Tarragona", "esta sentencia es muy importante para las empresas de informática, ya que hasta ahora te podían piratear información y parecía que era un tema de cuatro críos". Por su parte, J.H.R. afirma que trabajaba en casa para Seric y que "muchos programadores me han dicho que si tener el código fuente de programas que estás haciendo para tu empresa en casa significa ir a prisión, tendrán que encerrarlos a todos". El joven termina ahora sus estudios de ingeniería, gracias a diversas becas, y tiene un trabajo estable.

La defensa ha apelado la sentencia, aduciendo la nulidad de las pruebas por vulneración del secreto de las comunicaciones, ya que espiaron el correo electrónico de J.H.R. y de su novia, y que la base de datos no se ha aportado como prueba. Además, según la apelación, el código fuente intervenido no era un secreto de empresa sinó "código abierto que se distribuye bajo licencia GNU, que obliga a los usuarios que desarrollen programas bajo dicho lenguaje a publicar su código fuente". J.H.R. había estado otra vez en el juzgado, hace dos años, por un delito de revelación de secretos contra la Universitat Rovira y Virgili, la red ciudadana TINET y el Registro Mercantil de Tarragona, que lo convirtió en el primer acusado de 'hacking' en España y por el que fue absuelto.
 

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