11:41 29/06/2005


LA SENTENCIA DE EEUU CONTRA EL P2P NO CAMBIARÁ LAS POLÍTICAS DE LOS OPERADORES ESPAÑOLES


Mercè Molist
La sentencia del Tribunal Supremo de los Estados Unidos en el caso "Metro-Goldwyn-Mayer contra Grokster", que condena la incitación al intercambio de material con derechos de autor en las redes "peer-to-peer" (P2P), no cambiará las políticas de los ISPs españoles sobre este tema. Sólo el proveedor de cable Auna ha anunciado que aplicará tecnologías para evitar intercambios ilegales en sus futuros servicios P2P.

El Grupo Auna explica que la operadora está trabajando en la aplicación de tecnologías de protección permanente, como la Gestión de Derechos Digitales (DRM), para ofrecer intercambio legal de contenidos mediante P2P en Internet y el móvil. Auna no ha especificado cuándo ni cómo lanzará esta iniciativa comercial.

El resto de proveedores de banda ancha afirman no estar preocupados por este tema a nivel legal. Ono anunciaba recientemente la puesta en marcha de un nuevo sistema para priorizar el tráfico web o de correo electrónico frente al P2P, en caso de saturación de su red, pero siempre desde un punto de vista técnico: "Vivimos de la banda ancha, no somos quién debe evitar la piratería", han afirmado fuentes de Ono a Ciberp@is.

Según estas fuentes, durante la implementación del nuevo sistema se ha limitado por error el tráfico P2P a algunos clientes, pero cuando entre en funcionamiento no limitará nada sinó que priorizará tráfico: "Se bajará un 1% el P2P para mejorar la capacidad de navegación, pero aún no ha sucedido, porque es un sistema pensado para cuando se sature nuestra red y no hemos llegado a eso".

En cuanto a los proveedores de ADSL, Jazztel, Wanadoo y Terra aseguran que no están limitando las comunicaciones P2P. Según Roberto Porras, Director de Acceso de Terra España, "no es tan sencillo priorizar un tipo de tráfico o saber si una descarga es de material legal o ilegal. Además, la red es de Telefónica y es ella quien gestiona estos temas".

Fuentes de Telefónica afirman que "no se prioriza ningún tráfico, ni se penaliza, ni se relega, ni se discrimina en absoluto. No tenemos ningún tipo de restricción respecto a tráficos. En cuanto al aspecto legal, Telefónica acata la legislación española y comunitaria, no de Estados Unidos".

La sentencia del Supremo de aquel país no condena directamente a Grokster y StreamCast Networks, propietaria del sistema P2P Morpheus, también acusado, sinó que dictamina genéricamente que "quien distribuye un dispositivo con el objetivo de promocionar su uso para infringir los derechos de autor es responsable de los delitos que realicen con él terceras personas".

Las miradas se han dirigido a los sistemas P2P más populares en la actualidad, eMule y Bittorrent, que han reaccionado con el silencio. De hecho, Grokster y Morpheus forman parte del P2P comercial, son programas de pago que, en su versión gratuita, obligan a los usuarios a ver anuncios y les instalan programas espía. No es el caso de eMule ni Bittorrent, gratuitos y de código libre.

Grokster no menciona la sentencia en su página web. Quien sí ha hablado es Michael Wiess, CEO de StreamCast Networks: "Morpheus y Grokster no han perdido. Ahora tenemos que ir a otro juicio, para que se determine si incitamos a violar derechos de autor y, en caso afirmativo, no habrá oportunidad de refutar lo que ha dicho el Supremo".

La sentencia es una más en este largo caso que empezó en 2001, cuando la Recording Industry Association of America (RIAA) y la Motion Picture Association of America (MPAA) denunciaron a Grokster y StreamCast por violación de derechos de autor. Entonces empezó una larga serie de juicios y apelaciones en los que las redes P2P fueron siempre absueltas, hasta llegar al Tribunal Supremo.

De aquí la sorpresa de los seguidores de este caso y también la alegría de los representantes de la industria. Dan Glickman, presidente de la MPAA, lo ha calificado de "victoria história" y la RIAA ha destacado que "fortalece el futuro digital para los negocios en línea legítimos, incluídas las redes de intercambio. Operadores de P2P: queremos trabajar con vosotros. Es tiempo de unirnos y empezar a filtrar".

No es éste el único movimiento de la industria hacia la asimilación del P2P. Coincidiendo con la sentencia, Microsoft anunciaba su propio sistema de pares, "Avalanche", y unas semanas antes, el gurú de Internet, Vinton Cerf, afirmaba: "Hollywood está realmente interesado en utilizar el P2P como método de distribución de sus contenidos".

Aunque la comunidad P2P no ha hecho comentarios, sí han hablado sus abogados. Fred von Lohman, de la Electronic Frontier Foundation, se ha quejado de que la sentencia no aclara qué significa que un servicio instigue a intercambiar material protegido, provocando incertidumbre legal y una amenaza constante de litigios para las empresas.

Su colega Jason Schultz afirma: "Esta sentencia da un tremendo poder sobre los propietarios de contenidos para dictar qué tipo de tecnología debe estar al alcance de los consumidores". Otros son más optimistas, como el abogado Javier Maestre: "El P2P sigue siendo perfectamente legal y lo seguirá siendo, en tanto no se demuestre que la voluntad del diseñador del programa es favorecer intencionadamente la violación de derechos de autor".

La revista "Wired" ha publicado una dura editorial contra la industria: "Grokster y StreamCast han ganado el caso dos veces antes. Con esta nueva sentencia el Supremo sólo retrasa la muerte de la vieja forma de hacer las cosas y pospone el nacimiento de nuevas estrategias construídas encima de las imparables tecnologías P2P. Ya es hora de que la industria del entretenimiento acepte lo inevitable y deje de usar los tribunales para poner a raya a las nuevas tecnologías".

Grokster representa a la segunda generación de tecnologías P2P. Napster, que sufrió una parecida persecución legal y acabó cerrando, era la primera generación. EMule y Bittorrent son la tercera y la más popular en la actualidad. Aunque aún no han recibido denuncias directamente, la industria lleva meses persiguiendo a sus usuarios y sitios web con enlaces.

El profesor de derecho de Illinois, Mark Schultz, ha escrito un ensayo sobre la sentencia donde afirma: "Bittorrent y su creador pueden estar tranquilos. Los servicios que incitan al intercambio de archivos bittorrent con ánimo comercial, como el desparecido Suprnova.org, que ponía anuncios en su web y enlaces a material con derechos de autor, pueden tener más problemas. La sentencia se refiere a los "malos actores", no a la "mala tecnología"".

Según Schultz, Bittorrent nació como una red donde intercambiar conciertos de músicos amigos de su creador, Bram Cohen, no con la intención de infringir derechos de autor. En cambio, dice: "Grokster y Streamcast nacieron para capturar la vasta audiencia de Napster, ya conocida por infringir los derechos de autor, nunca intentaron filtrar el material ilegal y su modelo de negocio se basaba en hacer dinero, mostrando anuncios. Bittorrent está muy lejos de esto".

Otro actor en conflicto es Apple. La semana pasada, lanzaba un nuevo servicio para los usuarios de iPod, dentro de su tienda musical iTunes, que permite suscribirse gratuitamente a los llamados "podcasts" (programas de radio hechos por los mismos usuarios). Existe el peligro de que los usuarios incluyan material con derechos de autor y Apple deba responder en los tribunales por ello. La compañía no ha hecho ningún comentario.




LA HISTORIA INTERMINABLE


El caso Grokster-StreamCast empezó en octubre de 2001, cuando la RIAA y la MPAA denunciaron a estos sistemas P2P, junto con Kazaa, que se perdió en el camino, por distribuir material protegido por derechos de autor. Un año antes, también por la vía judicial, la industria discográfica había cerrado a los pioneros Napster, Audiogalaxy y Scour.

En abril de 2003, un tribunal falló a favor de StreamCast y Grokster, declarando que no eran responsables del contenido que hubiese en sus redes. La industria apeló y, en 2004, otro tribunal declaró no culpables a las empresas P2P. La última apelación los llevó ante el Supremo, cuando el caso se había convertido en "Metro-Goldwyn-Mayer contra Grokster".

En este tiempo, la industria discográfica y audiovisual ha mantenido abierto otro frente: denunciar a miles de usuarios y decenas de sitios web donde se ofrecen enlaces a archivos de redes P2P, en Estados Unidos, Europa y Asia.

Hollywood entraba en este frente a finales del año pasado, cargando especialmente contra Bittorrent, la red P2P más rápida, usada mayoritariamente para intercambiar películas. Empezó enviando más de 7.000 denuncias a usuarios, incluídas redadas en las casas de los que tenían sitios web con enlaces.

Sólo en diciembre, hubo ocho personas detenidas en Holanda, 34 registros domiciliarios en Finlandia y el cierre de una web de enlaces, ShareConnector, lo que provocó la suspensión voluntaria de sitios similares y muy populares, como Suprnova.org y TorrentBits.org.

En marzo hubo otra redada en Suecia, la mayor realizada en Europa, que acababa con el cierre de diversos sitios de intercambio alojados en Bahnof, el más antiguo ISP sueco. Por las mismas fechas, en Gran Bretaña, 23 usuarios pagaban 72.000 euros a la industria discográfica a cambio de no ir a juicio.

En Australia, un tribunal ordenaba recientemente el cierre de 50 sitios web con enlaces bittorrent. En Japón, MMO, uno de los mayores repositorios de enlaces a archivos P2P, perdía una larga batalla legal contra la Asociación de la Industria Discográfica de Japón. Días después de la sentencia del Supremo estadounidense, la RIAA enviaba 784 denuncias a usuarios de Kazaa, Grokster y LimeWire.

Los defensores de la tecnología P2P aseguran que ésta ha florecido bajo los ataques legales y seguirá haciéndolo, con la aparición de nuevos sistemas que sustituyen a los caídos. Dice Wendy Seltzer, de la Electronic Frontier Foundation. "El P2P no depende de ninguna empresa concreta, no necesita ninguna base central ni actualizaciones de producto. Funciona y puede seguir funcionando de una forma descentralizada".




CAMBIOS TÉCNICOS EN BITTORRENT


Semanas antes de conocerse la sentencia, Bittorrent publicaba una versión beta con importantes cambios que favorecen su descentralización así como la publicación de archivos en su red y dificultan las acciones antipiratería.

La nueva versión elimina la necesidad de que haya grandes servidores centralizados, llamados "trackers", que coordinan las descargas de archivos. Sólo quien tiene a su disposición suficiente ancho de banda puede montar estos servidores, lo que dificulta la creación de nuevos sitios de descarga Bittorrent.

Con el cambio, se introduce un método opcional de publicación de archivos con "trackers" más ligeros, pensado para la gente con weblogs y webs con pocos recursos, que multiplicará su número. Hasta ahora, las acciones antipiratería se centraban en perseguir a los grandes "trackers" e identificar a las personas que los usan. Con esta descentralización, su tarea será más difícil.





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