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LAS CABINAS TELEFÓNICAS SE CONVIERTEN EN TERMINALES DE PAGO DE SERVICIOS INTERNET
Mercè Molist
Está pasando como la canción: Los móviles mataron
a las cabinas telefónicas. Las 50.000 que hay repartidas por las
calles y plazas españolas se usan cada vez menos y
Telefónica, responsable de este servicio público, explora
nueva fórmulas para que sigan siendo rentables. Su jugada
maestra es convertirlas en terminales de pago electrónico,
conexiones wifi o publicidad, usando para ello a su competidor: el
teléfono móvil.
Sólo el año pasado, el uso de las cabinas
telefónicas disminuyó un 12% en España. Desde el
2002 se ha reducido a la mitad. Inmigrantes y turistas siguen
utilizándolas pero no son suficientes para mantener los niveles
de hace diez años. Ramon Sanjuan, director comercial de
Telefónica Telecomunicaciones Públicas, explica: "La
disminución de la demanda ha hecho que desarrollásemos
otros servicios que pudieran ser ofrecidos a través de las
cabinas".
El cambio de estrategia empezó en 2003, con la posibilidad de
enviar SMS, fax y correo electrónico, pero la gran idea ha sido
convertirlas en terminales de micropagos: empezó con la venta de
servicios telefónicos, como la recarga de móviles, y
ahora se puede comprar saldo para adquirir productos y servicios en
Internet, con el aliciente de hacerlo anónimamente y sin correr
los riesgos asociados a dar el número de tarjeta en una web.
La cabinas entraban en junio en el nuevo negocio de los micropagos en
la red, cuando Telefónica firmó un acuerdo con
Miapuesta.com. En septiembre formalizaron otro, con la plataforma de
pago en línea Ukash y la red social para adolescentes Habbo. Las
personas que "viven" en esta red social pueden comprar cosas virtuales
para sus personajes o reales para ellos mismos. En las últimas
semanas se ha cerrado un acuerdo parecido con Paysafecard.
El sistema de pago desde la cabina es igual para todos los productos:
se escoge el servicio, se introduce el dinero y un número de
teléfono móvil, donde nos llegará vía SMS
un código de 19 cifras. Cuando querramos adquirir el producto o
servicio en Internet, sólo tendremos que introducir el
código. Si el precio es menor, la web nos dará el cambio:
otra ristra de números que "contendrá" el importe de
diferencia y podrá usarse para más compras en el sitio.
El mismo sistema se usa en la recarga de tarjetas para móviles
de los diferentes operadores españoles y, a partir de enero, el
nuevo servicio Tarjeta Internacional Recargable, explica Sanjuan:
"Eliges la opción deseada, introduces el valor de la compra y el
número de móvil donde se recibirá el
código. Con él podrás llamar desde un
móvil, una cabina o un teléfono fijo".
Telefónica explora también convertir las cabinas en
centros de conectividad. Se están haciendo pruebas piloto para
vender conexiones inalámbricas (wifi), equipando las cabinas con
una antena de 25 metros de cobertura. Otra tecnología que abre
nuevas posibilidades es el Bluetooth: cuando la persona descuelga el
teléfono, la cabina le pide que lo active en su móvil.
"Así podrá recibir, por ejemplo, más
información sobre al anuncio que hay en la cabina en aquel
momento", explica Sanjuan.
El visor del teléfono, que se ha hecho más grande en las
nuevas cabinas, es un nuevo espacio para la publicidad y otros usos que
desgaja el director comercial: "Desde mostrar mensajes sobre servicios
de Telefónica hasta avisos del ayuntamiento". Otra posibilidad
es que, al descolgar, se nos pregunte si queremos responder una
encuesta interna de la compañía o del municipio.
Pero las nuevas ideas de Telefónica topan con el desconocimiento
de la gente, que ve a las cabinas como sitios para llamar y nada
más. "Estamos haciendo esfuerzos para comunicar todos estos
nuevos servicios", explica Sanjuan. Después de las llamadas, los
más populares son el envío de SMS (se mandan más
de 500.000 al mes) y las recargas de móviles.
Muestra de este desconocimiento es el servicio de donaciones a ONGs
desde las cabinas, que se puso en marcha en 2007. Es el servicio menos
usado, tanto por quienes llaman como por las propias ONGs: aunque es
gratuito para ellas, sólo una se ha acogido a esta oportunidad.
Según las estadísticas de Telefónica, la
población que más usa las cabinas son personas en
tránsito, turistas, inmigrantes y estudiantes, con edades
comprendidas entre los 18 y 30 años, estudios secundarios y
españoles en su mayoría, seguidos por los sudamericanos.
Sus llamadas suelen ser por motivos familiares o personales. Más
de un tercio afirman preferirlas a los móviles por el precio de
las llamadas, porque no necesitan batería y siempre tienen
cobertura.
Telefónica Telecomunicaciones Públicas
http://www.ttp.es
Miapuesta.com
http://www.miapuesta.com/
Ukash
http://www.ukash.es
Habbo
http://www.habbo.es
Paysafecard
http://es.wikipedia.org/wiki/Paysafecard
Copyright 2008 Mercè Molist.
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