28/02/08 16:28:02


Ramon Roca: Wifi con actitud


"HAY QUE CONSEGUIR QUE LOS AYUNTAMIENTOS PONGAN INTERNET EN LAS CALLES Y NO LA USEN SÓLO ELLOS PORQUE LA ESTAMOS PAGANDO NOSOTROS"



Estoy en un despacho de la empresa Oracle, ante un tipo con vistosa corbata. Nos interrumpen contínuamente llamadas desde la India, Gran Bretaña... Nadie diría que ese estresado señor es uno de los artífices de Guifi.net, la mayor red inalámbrica libre del mundo, nacida a principios de 2004 en la Catalunya profunda. Se llama Ramon, Ramon Roca, 42 años, nació payés e iba para abogado hasta que los ordenadores cambiaron su destino.


-En los 80, por la mañana cuidaba el ganado y por la tarde iba en tren a Barcelona, a la facultad de Derecho. La gente se apartaba porque, aunque te duchases, quedaba el tufillo. Había mucho pijo.

-Jaja.

-Entonces salían los primeros ordenadores personales, las consolas y esas cosas y me aficioné. Un amigo me dijo que una empresa alemana, Nixdorf Computer, te daba trabajo si hacías un cursillo gratis.

-¿Y lo hiciste?

-Sí, te enseñaban a programar cajeros automáticos con su assembler. El problema fue después compaginar el trabajo con los estudios, así que los dejé. En dos o tres años llegaron Unix y los PCs y, como era lo que yo dominaba, pasé de ser el novato al que más sabía.

-¿Te especializaste en algo en concreto?

-Sistemas abiertos, desde el principio. Gracias a esto encontré mi trabajo actual en Oracle, en 1990.

-¿Qué haces aquí?

-Ahora estoy de Director del Centro de Desarrollo para Europa de I-Flex, que son aplicaciones bancarias.

-¿Qué hace un señor con corbata siendo co-fundador de una red wifi libre?

-No me gustaba vivir en Barcelona y volví a mi pueblo, Gurb, en la comarca de Osona, pero allí no tenía Internet, así que tuve que llevarla a donde estaba yo. ¿Cómo? Aquí está la parte social: para sacar Internet de algún sitio, tienes que pasar a veces por la casa de otra persona.

-¿De quién?

-De mi hermano. Él tenía Internet y yo lo cogía con una antena. En el 2000 había viajado a Estados Unidos y me había traído algunos aparatos. Pronto descubrí que había otros que tenían mi mismo problema y estaban haciendo lo mismo. Así vas conociendo a gente, como el payés que quiere ordeñar las vacas conectando los robots por Internet. Te dicen: ¿Cómo lo has hecho? Y, claro, es ser muy borde no ayudar a tus vecinos.

-Claro.

-Después es pensar a otra escala: yo lo tengo resuelto, pero vamos a hacerlo de una forma que pueda funcionar para todos. En el 2003 había muchos proyectos públicos y privados, entre comillas porque siempre eran subvencionados.

-Veo que no te gustaban..

-Los fondos de ayuda al desarrollo me parecen bien, pero muchos se han usado para crear unas empresas, o como las quieras llamar, que basan su modelo de negocio en recibir subvenciones de forma continua. Nosotros defendemos que está bien que haya operadoras privadas y que también debe haberlas públicas. Lo que no me gusta nada son las privadas financiadas con nuestros impuestos.

-¿Te refieres a alguna en concreto?

-Hay mucho ejemplos. Ahora ha habido los fiascos de EarthLink en Estados Unidos. Estos modelos reciben una gran cantidad de dinero, que viene de los impuestos, para hacer un modelo basado en que llegará un momento en que serán rentables, algo que ya se ha visto que no funciona y menos en zonas donde hay otras formas de comunicaciones.

-Como las ciudades...

-Sí. Lo que quiere la gente son posibilidades para acceder a Internet, independientmente de lo que cuesten, pero que haya siempre la opción de un acceso gratuito. Esto es lo que realmente reduce la brecha digital y no tiene nada que ver con crear empresas en base a dineros públicos que al cabo de unos años cerrarán y nunca más se supo.

-¿Aquí también ha habido casos?

-Algunos emblemáticos. En Zamora pasó exactamente esto. Y en Catalunya. No critico a los políticos, porque seguro que lo hicieron con toda la buena intención y a veces las cosas no salen bien. Lo que es intolerable es no reconocer los errores y continuar persistiendo, entonces ya no es un error sino una estafa.

-¿Cuál fue su error?

-Creer que a base de inyecciones de x millones era suficiente. Guifi.net nació al mismo tiempo que la empresa Flash10, que estaba dentro del proyecto de Ample de Banda Rural (Ancho de Banda Rural) de la Generalitat de Catalunya. La gente nos preguntaba por qué poníamos en marcha Guifi.net en vez de esperar a que se desplegase Flash10. Nuestra respuesta era que nos habíamos cansado de esperar y, efectivamente, al cabo de dos o tres años Flash10 desapareció. A nivel global el error siempre es el mismo: crear una empresa con dinero público para un modelo de negocio que no es sostenible.

-¿Por tanto Guifi.net no es sostenible?

-Es que no es una empresa. Internet tampoco sería sostenible si lo fuese. Al principio, había unos señores que querían promocionar Internet y unas empresas que querían controlarlo todo y decían que no era necesaria, que ya se la harían ellos comprando satélites a los rusos. Internet es un ejemplo de que no siempre el enfoque de privatizar acaba ganando. Guifi.net es el mismo modelo en la última milla. Ni Internet ni Guifi.net son de nadie, no tienen que ser de una empresa, basta con que sean una red de redes interconectadas.

-¿Cuánta gente se conecta a Guifi.net?

-Miles. Ahora -marzo- tenemos más de 3.000 nodos activos.

-¿Con qué ritmo de crecimiento?

-200 y pico nodos al mes. En verano llegaremos a los 5.000. Estamos creciendo regularmente, a un ritmo de tres dígitos. El problema es que nos estamos extendiendo en los sitios donde ya hay una capa, lo que hace evidente que la gente pide este tipo de redes. Por eso estoy convencido de que a la larga las habrá por todas partes. La duda es si estarán en manos de monopolios privados o habrá también opciones públicas.

-¿Por dónde se extiende Guifi.net?

-Hay grupos por toda Catalunya pero no todos interconectados. Ahora podemos ir haciendo pings desde el mar hasta los Pirineos, pasando por 40 repetidores. Otras zonas también tienen redes pero de menos dimensiones.

-¿Cuántos quilómetros cuadrados sería esto?

-Miles.

-¿Pensáis cubrir la ciudad de Barcelona?

-Estamos en Barcelona como estábamos en Osona hace cuatro años. El problema es que es muy lento, llevamos un año y parece que se ha hecho poca cosa, pero es que antes había muy poco. Ahora ya podemos conectar la Universitat Pompeu Fabra con El Putxet y L'Hospitalet, está apareciendo esta troncal. A partir de aquí no te das cuenta y va subiendo la densidad.

-Debe ser difícil tener a toda una ciudad conectada...

-Pues en Atenas tienen un tinglado muy bonito. En Barcelona justo empezamos, es cuestión de tiempo. El wifi ya está en la ciudad, falta ordenarlo, que la gente trabaje de forma coordinada. Si haces "wardriving" en cualquier parte de la ciudad, te aburres de tantos sitios que te salen. Lo que hay que conseguir es que los ayuntamientos se dignen a ponernos Internet en las calles y que no lo usen sólo para ellos, sobre todo porque lo estamos pagando nosotros. Además usan frecuencias que son de todos los ciudadanos, creando interferencias, algo muy feo si quien lo hace es una administración pública.

-El ayuntamiento de Barcelona proyecta una red wifi para interconectar sus cámaras, policías y otros servicios, pero no está claro si darán Internet a los ciudadanos y, si lo hacen, será pagando.

-No me hables, no me hables. Dicen que a la larga se conectarán con nosotros pero las infraestructuras, o las montas abiertas desde el principio o quedará cerrado. Es una mentira y una hipocresía decir que monto mi red y después la abriré, tienes que pensarla desde el principio para que se pueda interconectar con otras. Si no, montas una red privada.

-¿Hay interés por Guifi.net más allá de Catalunya?

-Sí. Lo hay en todo el mundo. Nos han invitado a Estados Unidos, Berlín, París, Taiwan...

-¿Cuánta gente forma el núcleo duro?

-Yo siempre hablo de la regla de 100-10-1. De cada 100 personas que tenemos en la red, 10 intentan aportar algo y, de estos, sólo 1 consigue aportar algo que realmente tenga valor. Por eso nos va bien crecer, porque de cada 1.000 tíos tendremos a 10 que aportarán cosas. No es tampoco que los otros sean unos gorrones, los necesitamos porque, cuanto más crezcamos, más gente tendremos de la que aporta cosas. Es muy importante entender que esto es un proyecto de dimensión colectiva, una persona sola no puede hacer nada.

-¿Qué mantenimiento precisa una red así?

-Desde montar antenas y el mantenimiento físico hasta mejorar el sistema de direccionamiento, de enrutamiento dinámico... Piensa que hay que evitar al máximo la centralización en personas porque un administrador será muy pronto un cuello de botella. Se pueden hacer muchos análisis de por qué una red se estanca. Para mí, el más evidente es que si no se proporcionan herramientas automáticas es imposible crecer. Tiene que ser un autoservicio, todo autogestionado y que no sea caótico.

-¿Todo por software?

-Sí. También programas para que la gente se pueda configurar los aparatos de una forma relativamente sencilla, que cuando pongas un nodo en la red te dé la IP y configure el router automáticamente.

-¿Los usuarios ayudan?

-Si se cae un nodo puede ser por una cosa tan tonta como que ha saltado un diferencial y hay que hacer un reboot. En esto es lo primero que el usuario se implica. Hay mucha gente que, antes que tener que llamar a un número de averías, prefieren arreglarlo ellos mismos.

-Y a vosotros también os interesa...

-Para mí es la clave. Nos sale bien allí donde antes hemos dado una introducción presencial a los usuarios. Les cuesta pero acaban aprendiendo y uno enseña al otro. Pero si no hay nadie que se lo explique, no saben. Este es uno de los problemas, que demuestra que tenemos que hacerlo aún más fácil y automático.

-¿El software es libre?

-Sí. La propia red tiene una licencia específica, el "Comuns sense fils" (licencia comunal sin hilos). Nació porque veíamos que había gente que montaba una red con software libre pero, después, ellos decidían si te podías conectar o no, o te tenías que integrar en su grupo, o ponían códigos de seguridad para que la gente no se pudiese conectar.

-Y la llamaban una red libre...

-Sí, pero conceptualmente no lo es, desde el punto de vista social. Por eso hicimos esta licencia: "Eres libre de usar la red para cualquier propósito, mientras no perjudiques su funcionamiento o la libertad de sus usuarios. Eres libre de saber cómo es la red, sus componentes y cómo funciona. Eres libre de usar la red para cualquier tipo de comunicación y difundir su funcionamiento. Incorporándote a la red, ayudas a extender estas libertades con las mismas condiciones".

-¿Y el código dices que también es libre?

-Es GPL pero le hemos puesto una condición, que teóricamente no podríamos añadir porque es restrictiva y a veces dudo si quitarla, ya que la motivó un hecho del pasado: que sólo sirva para crear redes abiertas. Viene a raíz de que, al principio, había gente que por el hecho de que fuésemos una red abierta nos listaba como parte de su red privada.

-¿Hablas de FON?

-Sí. Cuando tenían la fiebre de salir en todos los medios y decir que crecían muy rápido, nos listaron como si fuésemos parte de FON y dijeron que habían hecho un acuerdo con nosotros, lo que no era verdad. Nos dio bastante rabia porque si haces una cosa libre es para que la pueda usar todo el mundo, no para que otro se lo quede y te lo cierre.

-Deben ser un buen montón de líneas de código...

-Unas 10.000, hay muchas horas ahí tiradas y hay que mejorarlo porque la mayoría se han hecho a las 3 de la mañana y deprisa. Hay fallos, pero el concepto sí tiene valor.

-¿Habéis recibido subvenciones?

-Nunca y ha sido una suerte porque no hemos dependido de nadie. Sí nos han ayudado los ayuntamientos pequeños, en el sentido de que les explicábamos cómo planificar una infraestructura abierta y ponerla en marcha, pero nosotros no recibimos la subvención, es el ayuntamiento quien debe hacerlo. Esto significa que los ayuntamientos han pagado muchos nodos de la red, pero también los particulares y empresas. La mayoría de municipios pequeños lo han entendido rápidamente, mientras que los grandes siguen haciendo inventos raros, pero acabarán dándose cuenta.

-Uno de los obstáculos para que los grandes ayuntamientos montasen redes libres ha sido que, si ofrecían Internet, la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones les amenazaba con multarles.

-Esto es una paja mental. Para mí Internet no es ningún problema.

-¿Siguen aún con esta paja mental?

-Cada vez menos, sobre todo desde que la Generalitat de Catalunya nos ha dado el Premio Nacional de Telecomunicaciones. Nos fue muy bien porque el enunciado ponía: "Respetando la normativa vigente". Una cosa es que hayamos querido dar Internet a todo el mundo, pero nunca hemos ido de ilegales ni de clandestinos. Es más, creemos que la ley española está de nuestro lado porque reconoce las autoprestaciones.

-¿Que significa autoprestación?

-Hay unas frecuencias que son públicas y las puede usar todo el mundo, no se pueden vender. La autoprestación es que tú puedes usar estas frecuencias para hacerte comunicaciones a tí mismo, autoprestarte servicios. Lo que no dice la ley es que estas autoprestaciones se puedan poner en común, a través de la misma red.

-Ponme un ejemplo.

-Yo estoy en mi casa, no tengo Internet y me la voy a buscar a otro sitio. Si hablásemos de un restaurante lo llamaríamos "self-service" porque no hay camareros, tú te lo vas a buscar.

-¿Y si esto se pone en común?

-Es lo que tiene sentido porque no olvidemos que son frecuencias que puede usar cualquiera y, si todos hiciesen una autoprestación, no funcionaría. Nos tenemos que coordinar porque no hay canales para todos, el radioespectro sin licencia es escaso y hay que gestionarlo para sacarle el máximo rendimiento. Con el apagón digital habrá más frecuencias. Algunas se venderán a los operadores privados, no estamos en contra, pero otras deberían dejarlas accesibles a los ciudadanos.

-¿Entonces, si por estas frecuencias corre Internet y yo me enchufo, no pasa nada?

-No es exactamente que Internet corra por estas frecuencias. Cuando accedes a Internet lo haces por un proxy público, una puerta a Internet, que significa que te conectas a una biblioteca, un telecentro. Muchos municipios españoles tienen sitios así, pensados para que haya Internet gratuita y abierta a la población.

-Y, tal como dan Internet a quien va allí físicamente, también lo pueden dar a quien se conecta a su nodo...

-Sí. En zonas rurales tiene todo el sentido del mundo porque la gente está muy dispersa, a veces quilómetros, y si para teletrabajar tienes que coger el coche y conducir media hora por caminos para ir al telecentro es absurdo.

-¿Y en zonas donde ya hay Internet, qué interés tiene?

-Por la libertad de poder hacer lo que quieras y comunicar con quien quieras o, si eres un ayuntamiento, de poner cámaras para controlar el tráfico sin tener que comprar una ADSL para cada cámara. Lo mismo para una empresa: aunque tengas ADSL, si tienes que conectar dos sedes y puedes tener una conexión de 10 megas simétricos, ¿sabes lo que cuestan 10 megas simétricos en una operadora? Si me lo puedo hacer yo y la ley lo reconoce, ¿por qué no hacerlo?. O si desde casa quiero conectarme con el trabajo y no quiero pagar dos ADSL.

-Una cosa interesante de Guifi.net es que muchas redes libres son más bien frikies y aquí hay empresas, ayuntamientos...

-Es importantísimo salir del ambiente "friki-only" y llegar a los usuarios normales, que es lo que da vida y densidad. Los frikies están cada uno a 100 km de distancia del otro. Estas redes necesitan mucha densidad para funcionar, que estemos juntos, que entre todo el mundo, no sólo los que son igual que yo. Esto es lo primero. Y después, abrirlo a empresas y administraciones porque es lo que le da sostenibilidad.

-¿El futuro es la infraestructura libre?

-Así lo espero. No digo que se tenga que nacionalizar todo, pero tampoco puede ser que se privatice todo y, especialmente, no se puede privatizar lo que hemos pagado entre todos. Una de las desgracias que estamos viendo mucho, cuando vamos a montar antenas por ahí, es que quieres colgar una en una torre y no puedes porque la torre se montó en los años 70-80, aquella gente cedió el terreno al Estado porque así podían ver la tele y ahora están quemados porque aquello se ha privatizado, pertenece a una empresa, no les pagan ni alquiler y además les olvidan y les dejan sin Internet. O la empresa que monta una wifi municipal, les cobra mil euros y al cabo de tres años no es viable y se va. Esta empresa era mía y yo debería ser accionista.


Guifi.net
http://guifi.net/es



Mercè Molist



 
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[[Entrevista publicada en la revista @rroba]]



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